Monday, December 03, 2007

Estrategias para una buena experiencia urbana, ¿Cómo posicionar una ciudad?

Pasearse por el mundo global implica toparse con un exceso de información, ante el que necesitamos ayuda para elegir bien, y las marcas cumplen ese rol al jugar un papel simplificador. En el ámbito de la gestión urbana esto es gestionado por lo que se llama city marketing, entendido no sólo como promoción de la ciudad, si no como visión estratégica de la misma.
Gestionar la percepción que se tiene de una ciudad, implica ayudar a incrementar el turismo y comercio, atraer inversiones y aumentar su visibilidad, pero además permitir que tanto visitantes como residentes interactúen de una manera positiva con el entorno urbano (plano real), y que se perciba como tal. Algo para lo que es preciso una estrategia de posicionamiento.
En este sentido, el marketing de ciudad y el de servicios o productos actúan de la misma forma, gestionando la relación que las marcas tienen con el público objetivo para posicionarse claramente ante quiénes nos dirigimos, algo también entendido como city branding.

Un city marketing y posicionamiento para destinos de gran notoriedad de marca
Un mismo destino no significa lo mismo para todo el público objetivo, factores como la geopolítica, la distancia y la proximidad cultural, hacen que el grado de conocimiento y por tanto de complejidad de una marca-ciudad para un determinado público target sea una u otra. Algo que está en constante evolución.
Lo principal en destinos como Londres, con una diversidad y elasticidad de atributos, es preservar lo que ya tienen consolidado.
Así para sudafricanos y australianos, Londres es una puerta al mundo profesional, la gran oportunidad, mientras que para los españoles de los años 70 y 80 fue en su momento una fuente de inspiración radical, y ahora, una cita cultural reiterada, gracias entre otras cosas al advenimiento de las aerolíneas de bajo coste.

Según el índice de ciudades de Anholt, del año 2006 Londres es la segunda mejor marca ciudad del mundo tras Sydney (en el 2005 Londres fue la primera). En general, los encuestados consideraron que Londres era un lugar ideal para los estudios universitarios, la búsqueda de empleo, y la realización de negocios. Pero lo más importante, todos consideraron que era la ciudad más conocida entre las comparadas.

Lo principal en destinos como Londres, con una diversidad y elasticidad de atributos, es preservar lo que ya tienen consolidado. En el caso de Londres, ser un destino ideal para el desarrollo profesional, la tendencia, la vanguardia, y en definitiva, las oportunidades y la innovación. Así organismos encargados de la gestión de la marca ciudad deberían trabajar por una parte tematizando el destino en base a los atributos anteriores, y articulándolo por otra, mediante temas de interés general como por ejemplo: música, cine-literatura, deporte-fútbol, moda-compras, y estudios.En este sentido, véase la página web que se hizo desde VisitBritain con la discográfica EMI, y la cantante pop Lily Allen, originaria de Londres, para promocionar a Londres como la fuente de inspiración de la artista, y a la vez conseguir que el público adolescente se desplazase hasta Londres para ver los conciertos y festivales de verano: http://www.visitbritain.es

Uso de la marca ciudad por marcas comerciales
Para que un branding de destino sea efectivo es clave la asociación de la organización gestora con empresas comerciales que ya explotan los atributos de ese destino. Volviendo al caso de Londres, obsérvese algunos ejemplos de cómo marcas de consumo archiconocidas lo utilizan para apropiarse de los valores que el destino representa: “Rimmel, London”; “Pepe Jeans London”; “Beefeater, London”. Es decir, usando el apelativo marca-ciudad, para asociarse a los atributos positivos que representa esa ciudad, en un tandem potencialmente beneficioso para tanto la organización gestora, como la marca comercial, pero del que no siempre los primeros son conscientes, y por tanto capaces de aprovechar tal oportunidad.

Así, una marca como “Beefeater, London” promueve el destino Londres porque la marca London aparece en el claim, pero además porque traslada aspectos de vanguardia inherentes a la marca ciudad mediante un intento de londonizar a los españoles al recrear aspectos de esa vanguardia londinense como son los desfiles de moda, las carreras de caballos, o los mercadillos callejeros londinenses, organizados en el último año en Madrid.

Sin embargo, más allá de la apropiación que las empresas comerciales hagan de los valores asociados a un destino con una identidad de marca positiva, como es Londres, la autoridad encargada del city marketing ha de usar la legitimidad que tiene para coordinar las historias que cuentan las marcas comerciales que se apoyan en dicha marca-ciudad, y que es a su vez su poder de marca.

Esta legitimidad es a menudo menospreciada y, curiosamente, raramente cuantificada en términos de valor de marca, pese a que le permitiría a la entidad gestora actuar como broker entre aquellas marcas que usan el apelativo marca ciudad. Y garantizar que los atributos asociados a la misma gozasen de una autenticidad fruto de la historia, la cultura, y la experiencia del propio destino. Es más, dicho poder de legitimación o validación del organismo gestor implicaría imponer un criterio de afinidad de marca, a la hora de promover iniciativas de financiación público privada. Algo que ahondará en una serie de medidas tendentes a mejorar la experiencia urbana, lo que a su vez implicaría una percepción de la marca ciudad más positiva.

Ver más artículos como éste en la revista del Instituto de Empresa: Ideas Empresariales

Tuesday, March 13, 2007

Una Corea made in Nam June Paik

Imaginemos el siguiente concurso:

¨Díganos el nombre de artistas de Corea, como por ejemplo Nam June Paik, un dos tres responda otra vez¨
… molesto silencio.
¨Veamos, de nuevo, díganos el nombre de directores de cine coreanos como por ejemplo…¨
Silencio, ésta vez aún más molesto.
Y de nuevo,¨… ¿y el nombre de actores, novelistas, o futbolistas coreanos¨?
Nada. Silencio.
… … …

- “Corea, ¿conoces a alguien de allí?
- ¿De cuál, de la del Norte o la del Sur?
¡Ah, cierto, hay dos!, será la del Sur, no? La otra es comunista!
- Pues una vez tuve una compañera de master…que era coreana. Y hay un director de cine, no me acuerdo de su nombre, que creo que es coreano también¨…

… … …

En esencia ¿Cómo hablar de un país del que no se sabe nada?¿Se busca en Google? ¿en Wikipedia? Eso nos daría alguna pista desde luego, pero tal vez no las suficientes como para acabar con nuestra ignorancia. ¿Y cómo consumir desde esa perspectiva cualquier manifestación artística del país?


Estos días y desde el mes de Febrero con el estatus de Corea como país invitado en la feria de ARCO, la ciudad de Madrid nos ofrece la posibilidad de exponernos a Corea gracias a siete exposiciones de artistas coreanos contemporáneos, entre ellas la celebrada muestra del video-artista Nam June Paik, y el estreno de la película The Host.

Asumiendo que fuera posible reducir un país a sus manifestaciones artísticas, la cuestión es si las interpretaciones que de esas obras se arrojan, no ahondan en exceso en claves nacionales más allá de las propias obras.
Porque ¿qué sabemos de Corea? Que hay dos, una al Norte y otra al Sur, y que gracias a su ubicación geográfica, cerca de China, de la que sabemos bastante más, alimenta un imaginario exótico donde la contemplación y el silencio, dialogan con la emergente adscripción a la cultura y consumo occidentales. Eso y que producen desaforadamente productos tecnológicos, y automóviles. Por eso no sorprende que en un guiño tipo bienvenido Mr Marshall, con motivo de ARCO, se diera la bienvenida mediante posters enormes, al presidente de Samsung, y a su esposa. Esto indudablemente reitera la importancia de un evento mediático como ARCO, con capacidad para familiarizar a un país con otro, pese a que lo someta a necesarias simplificaciones.

Por ejemplo, ¿qué historias de Corea nos han contado las interpretaciones de nuestros popes mediáticos, con títulos como ¨El espíritu Zen llega a Madrid¨, ¨Corea, ahora¨? Las de un país en contínuo cambio, que desde la década de los años 90 ha incorporado un mercado emergente donde el diálogo Oriente-Occidente, y donde por tanto la definición identitaria es clave. Elementos todos, sin embargo, no muy dferentes de los que describen por ejemplo a otros países entre ellos, China, o India.

Jung-Wha Kim, diseñadora del proyecto Corea, país invitado, hablaba en su visita a España de la difícil pretensión de hacer que a través del arte de un país que casi se desconoce, se descubra algo del mismo.
Asumimos que las obras de arte, o al menos las obras escogidas son fruto de un contexto, que vamos a ser capaces de extraer al observarlas, pero eso es pedir demasiado!

En ocasiones los individuos sobre todo si son artistas, se someten a un grado de simplificación que toda amalgama y consecuente etiquetado induce, a cambio de penetrar en mercados donde son desconocidos y necesitan simplificación y etiquetado. Así de repente, la etiqueta: “Arte coreano contemporáneo” con su carga de exotismo y alusión a diálogos entre tradición y modernidad, identidad personal y colectiva, se hace muy atractiva, e importa menos si encuadra a un colectivo difícilmente grupable, incluso si los artistas escogidos, se enfrentaron a un pasado común, y único. En el caso de la muestra de Corea, los artistas se formaron a partir de gente que estudió en Japón en los años 20 y 30, y comenzaron a ver manifestaciones de arte de estilo occidental en los años 60 y 70´s, y en la década de los años 80 con una dictadura militar de por medio, vivieron el arte político, hasta que en los años 90, iniciaron una búsqueda de identidad, pero no por ello son clasificables como colectivo.

Y es que al final las etiquetas y las marcas contribuyen al consumo de lo que sea, incluso el de un país desconocido, como es el caso de Corea.

Nam June Paik, otra historia
Ni qué decir tiene, que un artista en el exilio tiene menos ¨autoridad¨ para contar una historia nacional con su obra, y es por eso por lo que el consagrado Nam June Paik, (Seúl 1932-Miami 2006) atribuído padre del video arte, cuenta otra historia diferente de la del resto de los artistas integrados en la muestra. Nam June Paik , con sus celebraciones de objetos mutados por otros tiempos y geografías, cuenta la historia de Corea desde la distancia distorsionante de su exilio (dejó el país a los 18 años, en el año 1950, durante la guerra de Corea).

Nam June Paik fue un pionero que determinó la relación del arte y las nuevas tecnologías. La exposición que ha elaborado la Fundación Telefónica, es la primera retrospectiva que alude de manera específica a sus raíces coreanas, donde aparecen obras como Zen for TV, o TV Budda, inspiradas en los arquetipos de la tortuga, el tigre, la luna, el conejo o el chamán. Mediante la integración de la filosofía Zen, el Yin y Yang, el chamanismo, la aleatoriedad, el azar y la originalidad, él plantea un diálogo entre la modernidad y la tradición coreana, al que nos invita a contribuir.

Sin embargo, las características que todo proceso de ausencia y retorno trazan, también están patentes en su obra. Más que coreano, Nam June Paik fue un artista cosmopolita (murió hace un año) que surcó una geografía de occidental contemporáneo: Tokio, donde se licenció, Munich donde completó sus estudios de Música, y desde 1964, Estados Unidos. En ese periplo colaboró con artistas de la talla de Joseph Beuys, David Bowie, John Cage y Peter Gabriel. Participó del movimento Fluxus junto con Yoko Ono, y fue por tanto alguien que vivió en el círculo de la fama.

Es por ello, por lo que más que hablar de una Corea para las masas, con sus simplificaciones necesarias, él muestra la pluralidad de significados que Corea y los coreanos tienen para él. Para ello, seleccionaba sentimientos y figuras históricas de su país y las incorporaba en su obra, mostrando de esta forma, la pluralidad de significados que Corea le suscitaba.

Su fascinación con un mundo alternativo a lo real, fantasioso, hiperreal que para él era de alguna manera su patria, reivindica una Corea propia, y nos plantea la necesidad de profundizar ante cualquier intento de interpretación simplificadora.

La alternativa que él plantea, es ir más allá de simplificaciones y apropiarnos de Corea, como él hizo, construyendo una Corea made in Nam June Paik, ¿te atreves?

La exposición ¨Nam June Paik y Corea: de lo fantástico a lo hiperreal¨, tiene lugar en las salas de exposición de la Fundación Telefónica, se inauguró el 14 de Febrero, y se mantendrá hasta el 20 de Mayo

Tuesday, February 20, 2007

Chuck Close, tiempo bala en rostros hechos pedazos


¿Te acuerdas de la última vez en que la imagen de la pantalla se congeló en pedacitos rectangulares, separados entre sí, hasta dejarnos ver el fondo? El tiempo parecía ralentizado y con eso nos permitíamos un raro lujo, reflexionar sobre la capacidad que toda ficción tiene para absorber la realidad. Mirar así la pantalla congelada, nos arrojaba al plano de lo real, y suspendía la ficción. Menos mal, que finalmente, los pedacitos se volvían a juntar, y la imagen, a animarse. Entonces, la ficción retomaba su devenir, y con ello, nosotros, y la realidad nos volvíamos a integrar en un todo.

Este efecto de paréntesis de la conciencia, se reitera en la actualidad con relativa asiduidad cada vez que hay un fallo técnico en las imágenes digitales, y ha sido apropiado por la ficción audiovisual para ampliar su sintaxis. Véase el ¨tiempo bala¨ de Matrix, e imitadores, donde el espectador aprovecha para tomarse un respiro y un buen puño de palomitas, hasta que la pantalla retoma de nuevo el ritmo, y nos sumergimos otra vez en la historia.

Curiosamente un efecto similar a esta suspensión del tiempo bala, se reproduce en muchos de los cuadros de la exposición de retratos del artista americano, Chuck Close, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Chuck Close, sin embargo, practicó este efecto antes de que lo digital invadiera nuestra vidas, como dijo el comisario de la muestra. Close además, reivindicó algo brutalmente subversivo en la actualidad: la carencia de valor del tiempo.

El pintor fotógrafo y el fotógrafo pintor
La gente deambula por la sala Nouvel, del Reina Sofía como sonámbula, y generalmente tras una atenta observación desde lejos, se acerca a los retratos peligrosamente, llegando a menudo a rebasar la línea de seguridad que se marca en el suelo. Ensimismados, se aproximan hasta que el celador de turno, un tanto harto del tema, les llama la atención. El tamaño de los retratos de la muestra, y el carácter de primeros planos fotográficos que llegan a medir hasta tres metros de altura, y reflejan cada una de las arrugas y poros del retratado, indudablemente son los culpables de este efecto. Pero no sólo, Close nos obliga a abrir los ojos más de lo normal en unas circunstancias que no lo son en absoluto. Todo lo que aparece en sus imágenes es excesivo si se observa en la proximidad. Una perspectiva ésta que resulta demasiado real para ser real, y que abruma!

Es además muy posible que la gente que entra en la sala de la muestra, sea consciente del proceso de creación del artista, de su forma de trabajo mediante la proyección de una fotografía sobre el lienzo, previamente cuadriculado y su traslado al mismo, cuadrícula a cuadrícula. Tal vez por eso, quieran verificar la plasmación de lo real en pedacitos, hasta la distorsión y la pérdida de sentido! Y tras avanzar peligrosamente, se desplazan hacia atrás

Y es que pese a que la técnica tal vez no sea lo más importante en la obra de Close, (él argumenta que casi no se da cuenta del vocabulario empleado para contar cada historia), ésta evolucionó a lo largo de los años. Así, de contener en cada retícula un solo punto, pasó a incluir huellas dactilares, como en la magistral: ¨Fanny¨ del año 1985. De esta manera cada cuadro parece plasmar la realidad como si sólo fuera posible hacerlo mediante su construcción trocito a trocito.
De esta progresión técnica, dan cuenta en la muestra varios autorretratos de Close. Del blanco y negro que nos saluda al entrar en la sala, del año 1967-8, y que reproduce a la perfección la textura del pelo del retratado-pintado, y el reflejo del cristal de sus gafas, a los de un Close colorido, barbudo, calvo, y siempre con gafas, en varios estados de evolución física. Llaman especialmente la atención, las texturas del pelo, del humo, de los cristales de las gafas, de los retratados en las etapas iniciales. Ejemplos usados en la actualidad para venerar la calidad lograda por las imágenes generadas por ordenador, que cada vez se parecen más a las de las imágenes analógicas. Es como si Close planteara un diálogo entre pintura y fotografía, retomado ahora, por otro más actual entre imagen analógica, y digital.

Rostros conocidos
Además de autorretratos, Close, pintó a amigos y conocidos, y muchos de sus modelos están en su familia, rubricados bajo nombres familiares. Así: ¨Phil¨, se refiere a su amigo el artista Philip Glass, que como otros retratados, son en la actualidad famosos que en muchos casos eran artistas desconocidos cuando se conocieron, y con quienes el artista mantenía una estrecha relación. A la vez, los propios nombres de los retratos aluden al carácter anónimo de los rostros representados. Podrían ser cualquier hombre, cualquier mujer... Según él mismo dice: ¨Pinto a personas que me importan, con las que tengo una relación¨.

Close siempre se negó a hacer retratos por encargo, para conservar la libertad de elegir a sus modelos, y poder escoger a alguien a quien le apeteciera conocer mejor, excepción que hizo con una obra no incluida en la muestra, el retrato de Clinton. Además como él dice: …¨la gente se quiere ver sin poros dilatados y sin arrugas. Y mis retratos son implacables¨. Dice que no hace cirugías estéticas y que tal vez por ello, el 95% de su obra está en museos y no se utiliza como adorno, pese a tratarse de retratos reales.

Chuck Close tiene en la actualidad 66 años, y es originario de Monroe, un pueblo pequeño del estado de Washington (EEUU). Se doctoró en Bellas Artes en la universidad de Yale, y tras un año en Viena a mediados de los 60, acabó trasladándose a la que finalmente sería su ciudad, Nueva York. Comenzó a pintar usando técnicas hiperrealistas hasta pasar a una forma de realismo más abstracto, en las siguientes décadas.

Durante los 80 y 90 continuó experimentando con diferentes formas dentro de cada cuadrícula, introduciendo en cada una de ellas, pinturas abstractas en miniatura, que recuerdan a pequeñas amebas de colores brillantes como el fucsia, el amarillo mostaza, el violeta oscuro y el turquesa. En 1988 sufrió una tetraplegia que le ha obligado a utilizar silla de ruedas desde entonces. No obstante, continúa pintando con la ayuda de unas pinzas de bronce y un caballete móvil especialmente diseñado para él. Pero no busques evidencia en su obra, de ese ¨evento¨ como él lo llama. ¡Es como si hubiese continuado su carrera con más energía que nunca!

La exposición: ¨Chuck Close, Pinturas 1968-2006¨ se encuentra en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, e incluye un paseo por todas las etapas del artista, conformando la primera retrospectiva del artista en España. La muestra abrió sus puertas el 6 de Febrero y se prolonga hasta el 7 de Mayo. ¡No te la pierdas!

¨L air du temp, aires de provocación: José Ramón Saínz Morquillas”


Barakaldo, en la provincia de Vizcaya, es uno de los pueblos-ciudad del estado español que más ha evolucionado en el último medio siglo. De bucolia paradisíaca junto a un Bilbao portuario, en los albores del siglo XX, a residencia inmigratoria del desparrame industrial del gran Bilbao en los sesenta y setenta, para en el momento presente, convertirse en reinvención post-industrial, utopía de la urbe-servicios contemporánea.

En ese enclave de yuxtaposiciones de la historia, nació José Ramón Saínz Morquillas, un hombre que casi como la ciudad de dónde es originario, tiene un largo recorrido que le ha dejado su poso y le hacen combinar la producción de arte, Morquillas es pintor y escultor, con la crítica del mismo, el autor colabora como crítico de arte en los diarios Egin, Deia y Punto y Hora.


Y sin embargo, habrá quienes desconozcan completamente su vida y obra. El consejo para todos ellos es que busquen a Morquillas en Google. Si haces esto, te encontrarás con que éste agitador de la escena artística bilbaína, de casi sesenta años, aparece relacionado a nombres muy propios, como los de Beuys, Duchamp y Picabia, con quienes comparte un interés por plasmar las complejas relaciones existentes entre la política y el arte.

Artista polifacético, ha llevado a cabo una obra experimental desde finales de la década de los años setenta y, sobre todo, durante los años ochenta. También ha impartido cursos sobre Arte y Política en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao, diseñado catálogos, carteles y libros y ha publicado poemas. Sus obras son montajes que tienen como tema principal el hombre y su entorno. Por ejemplo el collage “Urdaibai”, referencia a un idílico enclave en la provincia de Vizcaya, y una de las zonas más protegidas en términos ecológicos del País Vasco, aparece como paisaje apocalíptico, dominado por amenazantes nubes, y un río contaminado, en el. que ajenos bañistas domingueros chapotean alegremente. Yuxtaposiciones, enfrentamientos, provocación en suma.

Desde el año 1967 donde realiza su primera exposición en la sala de la Diputación de León, Morquillas ha realizado más de 20 exposiciones, siempre ligado a la representación de su entorno más inmediato, y de esto es fruto el que con asiduidad exponga en Bilbao, y en el País Vasco en general, en cuyos espacios de arte ha expuesto de forma asidua tanto participando en exposiciones individuales como colectivas. Títulos como: “La trama del arte vasco” (1980) en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, “20 artistas vascos” (1984) en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, “Colección pública” (1991) en el Museo de Bellas Artes de Vitoria y “Bizkaiko Artea” (1992) en la sala de la Diputación de Bilbao, ilustran su implicación con el entorno.

La presente exposición en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, titulada: L´Air du Temp, toma el nombre de una de las obras incluídas, y muestra un conjunto de instalaciones en donde, a través de una variedad de medios técnicos, que incluyen pintura, escultura, fotografía, collage y performance, se plantea un recorrido por la crítica social, política y cultural, y las a menudo complejas relaciones entre el arte, la política y el mercado artístico. De esto dan buena cuenta collages como el titulado “Esperando a Zachary Fitz” donde deambulan desconexos entre sí, indios y vaqueros de un western cualquiera, junto a héroes, y más o menos villanos del consciente colectivo vasco, ante el Museo Guggenheim de Bilbao, que exhibe a Mickey Mouse en su fachada.

Sin duda la provocación está servida. ¡Pasen y vean!
L´Air du Temp, se inaugura en el Museo de Bellas Artes, en Bilbao, el 12 de Marzo, hasta el 27 de Mayo.

Que no se te olvide responder!

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