Monday, April 03, 2006

Memes: los ultracuerpos de la cultura


Seguro que alguien te ha dicho recientemente que la película "Flores Rotas" de Jim Jarmusch, es "Lost en Translation", pero con más féminas, o que "Código 46" es como "Lost in Translation". O tal vez hayas visto a unos chavalillos bailando como los del trailer del documental sobre el "krumping", de David de La Chapelle, imitación de la capoeira, el break dance, y el hip hop...

Tanta referencia reiterada da qué pensar, y es que resulta curioso cuando en circunstancias aparentemente inconexas te topas con ciertos nombres o referencias, que ante tanta avalancha informativa parecen tenderte una mano y ordenar el caos, como si de pistas cósmicas se tratase.

Pues sí, no estás loco. Lo que sucede es que para muchos, la cultura se transmite así, mediante información seleccionada por nuestros cerebros, mediante imitación. Esta información replicada sin finalidad alguna, excepto su supervivencia, son los ultracuerpos de la cultura, los memes, (Richard Dawkins en su libro “El Gen Egoísta”, 1976).

Parece complicado, pero no lo es tanto. Toma dos temas musicales. Uno de ellos te sería difícil cantarlo en un karaoke, y el otro, casi te encuentra convertido en un chico OT, micrófono en mano, tarareándolo. Lo más probable es que este segundo tema sea una pieza pegadiza, y que lo repitas una y otra vez hasta que alguien te pida que por favor dejes de cantarlo, o hasta que tú mismo desarrolles cierta capacidad de autocontrol. Es difícil: tu compañero de trabajo tiene esa misma melodía como sintonía de móvil, y ya no hay forma de parar. No puedes sacarte la dichosa música de tu cabeza. Y de esta forma, el mundo se llena de melodías pegadizas y facilonas, como la cancioncilla de Coti con Paulina Rubio y Julieta Venegas que suena por todas partes: en la tele, en la radio; se canturrea por la calle, tiene sus tonos telefónicos… Así que aunque lleves días y días intentando escapar de ella, no puedes y lo que es peor, hasta te acaba gustando!

Tampoco es que necesariamente nos manipulen los memes de la sociedad de consumo. La supervivencia de un meme depende de su capacidad de adaptación al medio, y es éste quien selecciona a aquéllos capaces de sobrevivir, pero éstos fácilmente escapan al control de un grupo social y siguen un único principio, el de la ley de la supervivencia. Por ejemplo, el meme: “Pásalo” necesitaba ser enviado para garantizar su supervivencia, e incitaba a ello, promoviendo la necesidad de pertenencia al grupo. Si lo recibías, sabías que estabas dentro.

Los memes van y vienen, pero están en todas partes, apoyados por una cultura hipermediatizada, donde las frases hechas, y las melodías pegadizas de temas pop abundan y se replican en múltiples soportes, y donde lo fácil es ceder alegremente a la conformidad.

Fíjate cuando hablas. Probablemente ya seas uno de los muchos que ha terminado usando la expresión: "Pues va a ser que no", del anuncio de Digital Plus. Evitarla es casi imposible, porque hacerlo es como no querer jugar la partida con los demás. Antes tuvimos el “condemorrrr” de Chiquito, y entre medias el “cuñaooooo” y el “rarorarorarooo”, memes ya casi difuntos.


También los memes son juguetones y banales. Los que tienden a perdurar, son de hecho fundamentalmente divertidos, porque ¿hay algo más divertido que la imitación por la imitación?

Imitación de los labios de Angelina Jolie por parte de starlets, modelos y actrices, y de los movimientos y gestos del último rapero televisivo por parte de jóvenes y no tan jóvenes. Imitación del peinado de Lady Di en pleno revival ochenteno, y diversión mítica ya, la de ver quién conseguía emular mejor aquella melena de la ex Friend Jennifer Aniston, que se replicaba cada vez que una chica llegaba a la peluquería con una foto recortada de su revista favorita e imploraba que le hicieran un corte “similar”. La moda es en ese caso un meme divertido que no nos hace sentir manipulados, porque sabemos que se trata de algo más complejo.

Los tiempos cambian y ahora los memes usan soportes virtuales, el site: http://www.touristofdeath.com/ es un ejemplo del uso de imágenes digitalmente alteradas, yuxtapuestas en espacios imposibles. En él, un turista (la misma persona, con igual pose y atuendo) aparece en distintas situaciones de horror altamente mediatizado, como por ejemplo en lo alto de uno de los edificios del World Trade Centre antes de que un avión (que se ve se acerca) esté a punto de estrellarse, tal y como ocurrió en el 11 S. Estos memes replicados hasta la saciedad vía URL´s que se pasan fácilmente, también se encuadran en el terreno de lo lúdico y lo irreverente. Se trata en la mayoría de los casos de improvisaciones apoyadas en imágenes pop archiconocidas, pero sin demasiada complejidad estética, cuyo rasgo principal es la originalidad conceptual. Aparecen porque pueden y se copian con rapidez asombrosa, gracias a las herramientas digitales de acceso para la gran mayoría.

Y los memes musicales? Son apuestas conformistas, mediatizadas, homenaje admirativo o mera diversión? Que se lo pregunten al grupo americano: The Bravery, cuyo tema "No Brakes" es meme de muchos de los del británico: The Cure!

Lo que está claro es que los memes, en su afán por robarnos una parcela del cerebro y permanecer ahí, actúan como ultracuerpos buenos. Nos ayudan a navegar por el exceso y vértigo informativo, márcandonos pistas que nos permiten seleccionar bits culturales para “pasárselos” a los demás.

“En nuestros cerebros” – Pásalo! –, “los memes, y la cultura, tienen la mejor garantía de supervivencia”.

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